Nuestro vecino Antonio Gil de Zúñiga y Muñoz (Villar de Rena, Badajoz, 1941) es Doctor en Filosofía, Licenciado en Teología y Catedrático -ya jubilado- de Bachillerato en la especialidad de Filología Hispánica. En 1968 publicó «¿Es posible la fraternidad humana?», en la editorial Euroamérica de Madrid, obra patrocinada por Cáritas Nacional. En 2011, «Ética y Fenomenología religiosa en la poética de Blas de Otero», en la editorial ADG-N de Valencia, obra patrocinada por la Universidad Carlos III de Madrid. Editorialista y articulista de Villaviciosa 616, articulista de Libertarias y de www.vecinosvilla.es, en el año 2012 publica su poemario «Palabras para este tiempo» en la editorial Poesía Eres Tú.
Como destacado escritor, padre de familia y hombre de fe, Gil de Zúñiga se halla sumido a su edad en distintos proyectos creativos e intelectuales que le permiten disfrutar de una segunda juventud y le mantienen activo, ágil y dispuesto a ilustrarnos con sus amplísimos conocimientos o recitarnos algún poema que nos estremezca, nos mueva a reflexionar o nos alegre, aunque sea brevemente, la vida. Por su evidente interés, reproducimos parte de una entrevista que concedió a Club de Poesía, web de escritores del Grupo Editorial Pérez-Ayala.
Pregunta: Como doctor en filosofía y licenciado en teología, ¿se ha sentido influenciado en su poemario «Palabras para este tiempo» entre la fe y la razón?
Respuesta: Añadiría a este binomio un tercer elemento: la ética. Considero que la fe (la creencia), la razón y la ética son los tres pilares ontológicos del ser humano y vienen a ser la espina dorsal de mi poemario en un modesto intento de reivindicarlas ante tanto desprestigio histórico.
¿Qué pretende transmitirle al lector con este título?
El valor de la palabra. Es cierto que para los lingüistas uno de los componentes del lenguaje humano es la «perversidad», es decir, con la palabra se puede defraudar y engañar. Es un riesgo inevitable, pero la palabra es uno de los factores básicos (otro es la cocina) en la evolución del homínido al homo sapiens.
En este libro podemos encontrar poesía lírica y de denuncia. ¿Cuál de los dos géneros cree que puede llegar más al ciudadano de a pie?
Ambas las considero necesarias e imprescindibles. Para el filósofo alemán Adorno no se podía escribir poesía después de Auschwitz (aunque luego lo matizó). En estos tiempos de «penuria», como denunciaba en su día Hölderlin, causada no sólo por una economía depredadora sino también por la marginación de actitudes radicalmente humanas, es imprescindible la palabra poética, tanto la lírica que evoca «las galerías del alma» como la que pone en evidencia la insolidaridad y los ataques violentos a la ética. No hay que olvidar la definición machadiana de poesía como palabra esencial en el tiempo. El ciudadano de hoy, pues, posee una sensibilidad muy acusada para los dos géneros poéticos; la denuncia, tal vez, avanza ahora a pasos agigantados por la facilidad globalizadora de las redes sociales. Otra cosa es que la poesía en sí sea una preocupación lectora y, por lo tanto, un «arma cargada de futuro».
Sus anteriores obras editadas son ensayos. ¿Es quizás «Palabras para este tiempo» su primer libro de poesía?
No puedo presumir de componer versos desde niño. Las musas me han visitado, y es una visita agradable y placentera, en la vejez. Espero y anhelo que no me dejen en la estacada y lo sigan haciendo también en lo sucesivo, para que este libro de poemas no sea el primero y el último.
¿Con qué lecturas o autores se siente más identificado? ¿Hay algún poeta por el que tenga cierta preferencia?
Sin duda, en el núcleo está toda la obra poética y ensayista de Antonio Machado y alrededor de este núcleo hay una constelación de poetas como Blas de Otero, Dámaso Alonso, José María Valverde, Unamuno, García Lorca y, entre los extranjeros, Walt Whitman, Hölderlin o Rilke.
Texto: Manuel Godino
Foto: Antonio Gil de Zúñiga. Fuente: Atrio.org