Continuamos la entrevista a Ariel Center, iniciada en el Café del Infante y proseguida en su domicilio, donde estuvimos charlando y cenando otras dos horas. Ariel nos muestra otros poemas nuevos que, sumados a los que ya leímos, han de conformar un libro que promete ser excepcional. Para contactar con él para recitales, charlas de poesía, coloquios o lectura de libros, podéis hacerlo escribiendo a godinoman@hotmail.com.
En 2009 Ariel gana el premio de la Asociación de Mujeres Aguaviva en Móstoles, por el que recibe 120 euros. El 9 de marzo, día de la mujer trabajadora, recita el poema galardonado, «Ni con ellas ni sin ellas», en el Centro Cultural Joan Miró y escucha una gran ovación. Lo había escrito sobre la marcha en el Centro de Rehabilitación de Móstoles al que solía acudir y dedicado a la mujer madre y la mujer compañera. Pero a partir de entonces, comienza una etapa difícil y menos creativa en la que escribe con poca lucidez y poca fe.
«Vivía como un yo-yo, entre Móstoles, Villaviciosa y S.M. de Valdeiglesias». Hace unos tres años la revista Acua le entrevistó y publicó algunos de sus poemas. En la actualidad, Ariel vive un esperanzador renacer poético y se propone publicar su tercer libro, con el que espera ayudar a su madre. «Ella no va a vivir toda la vida», le dijo un amigo asturiano, y él respondió: «Yo tampoco». La idea de Ariel es publicar este libro, para el que ya tiene material suficiente, a través de las Obras Sociales que trabajan con el Centro de Móstoles al que acude. Pero de momento no hay medios para ello.
He leído tres poemas pertenecientes a este nuevo libro y me han encantado: emocionantes, imprevisibles, llenos de imágenes audaces («pantera rosa desbordada por el insomnio»), percibo un poeta más maduro, complejo y cercano a su mejor momento, que sabe pulsar con maestría las teclas afinadas del idioma para producir melodías inauditas.
Pregunta: ¿Qué significa para ti la poesía?: «Es la forma máxima de expresión, la manera de expresarse más elocuentemente. Y a la vez es un aliado: el poeta necesita a la poesía pero también la poesía necesita que alguien la ponga en juego».
«El amor es el sentimiento más puro y difícil. Nadie nos enseña a amar, se aprende. El amor encierra poesía y otras cosas. En mis relaciones, le he dado más protagonismo a la mujer en sí que a la poesía; ésta comienza a ser más relevante tras el amor físico».
¿Eres creyente?: «A mi manera. Dejé de tener estereotipos. Desengañarse con Dios es desengañarse con uno mismo. Tuve tantos maestros como doctrinas, pero hoy mi fe en Dios es similar a mi fe en la poesía y todo lo que me rodea. Los principios no deberían ser vulnerables. Tengo mi concepto del mundo y mi idea personal de Dios, que no tiene por qué ser la única ni la mejor. Hay un amor carnal y un amor espiritual: la angustia existencial que percibes en Pangea puede deberse a cierta incapacidad y selección de caminos erróneos; el delicado equilibrio al que aludes se da entre el desengaño amoroso -carnal- y el consuelo en Dios -espiritual-. ¿Pesimismo? Después de cada calma hubo una tempestad».
«Durante una época acudía a misa. Me sentía respaldado y protegido contra la depresión, encontraba fraternidad. Las religiones tienen sus pros y sus contras: estar cerca de Dios es algo divino, matar por él no; ni matar por nadie, la vida es lo más preciado. Si Dios te da la vida, no se la puedes quitar a otro en nombre de quien te la ha dado».
Ariel quiere hablarnos de cuatro temas que considera importantes y significativos:
EL TALENTO: «Es necesario para desarrollar cualquier arte y para vivir. La academia no hace al poeta, hay que tener una disposición nata, pero el talento requiere fuerza de voluntad y dedicación».
NECESIDAD DE CREAR. «Todo artista tiene necesidad de crear. Uno escribe porque lo necesita, no tanto a nivel material sino como remedio a muchas angustias, a la melancolía, a la soledad, para vencer miedos. Necesidad de crear o crear por necesidad: porque uno necesita vivir de ello. Uno necesita aislarse. Nunca le quise sacar ventaja a la poesía».
PERMANECER EN EL TIEMPO. «Hay un tiempo físico y hay una memoria de aquéllos que te consideran persona, no sólo un poeta. Debemos dejar recuerdo y huella en quienes nos aprecian, ponerle sentimiento y onda a lo que hacemos de corazón».
ESCRIBIR PARA SENTIRSE A GUSTO. «Hay que escribir para sentirse a gusto y no al revés. Uno no tiene que estar bien necesariamente para escribir».
En este último tramo de la entrevista, tomamos la palabra para preguntarle algunas cosas: «Entre mis escritores preferidos puedo citar a García Márquez, Walt Whitman o el poeta hindú Kalhil Gibran. Pero hay más poemas que poetas. No me atrevo con una novela porque de momento no es el género con el que pueda desarrollarme mejor, quizá me atreva con relatos cortos. Me gustaría volver a recitar (la última ocasión fue hace un año en la Plaza de Santo Domingo). No recuerdo exactamente el año que recité en el Palacio de Godoy con la pianista Tamara Honsteter. Me pagaron 100 euros».
Le pido que nos hable de su poesía actual y de sus expectativas: «El amor, dejémoselo a Bécquer; el dolor se lo llevó la madre Teresa de Calcuta; ayudar a los demás va a seguir ahí por mi condición. Estoy por la labor de escribir una poesía más comprometida con la actualidad. Espero que forme parte de un camino por andar».
Por último, os ofrecemos en rigurosa primicia uno de los nuevos poemas de Ariel, con quien ha sido un verdadero placer y un honor charlar estos dos días. Le deseamos muchísima suerte y confiamos en que su nuevo libro sea muy pronto una poética realidad.
«Aquí me aventuro / desvelado a pluma, cigarrillo y vela, / y descartando la baraja para mi princesa. / Soy consciente de que tengo la copla fácil, virtudes y defectos / victorias y fracasos. / La ola colmó el vaso en un cruce a contramano. / Te veo caer y levantarte a cada rato, como un gato montés. / Como una primavera sin brisa, eres sinónimo de las prisas. / Sin duda prefiero quererte desnuda, y que destruyas lentamente mi ecosistema. / El mandolín se desangró, y fue por la espera; / cuando fue el primer abanderado de la Casa Real. / Ahora junta escombros. / La vida, una de cal y otra de arena, hasta pelearla y serpentear, / poder anclar en buen puerto, y no dejarte ver por el ojo malo del pirata tuerto».
Entrevista realizada por Manuel Godino