Fernando Noailles, coaching emocional y conocido internacionalmente como uno de los pocos “susurradores de caballos” que hay en el mundo, visita Villaviciosa de Odón. Y es que mañana ofrecerá una conferencia en el Coliseo de la Cultura a las 19 horas, donde, entre otras cosas, hablará de cómo debemos gestionar nuestras emociones. Horas antes de que tenga lugar esta interesante charla, hemos querido hablar con el experto en lenguaje equino sobre su trayectoria en la doma de caballos salvajes a través de la confianza y el cariño, sobre nuestras absurdas reacciones, sobre nuestros miedos y angustias y sobre otras muchas emociones que vivimos en el día a día.
-Envillaviciosadeodon.es: Fernando, ¿cuándo surgió tu pasión por los caballos?
-Fernando Noailles: Cuenta mi madre que el mismo día que nací me regalaron un caballo y recuerdo toda mi infancia con ganas de estar rodeado de ellos. Me fascinaba estar con los domadores, ver a esos animales salvajes, la facilidad que tenían para comunicarse conmigo y yo amansarles. Eran animales aparentemente malos que terminaban siendo montados, dóciles y obedientes.
-E: ¿Qué valores tenemos en común los caballos y nosotros?
-FN: Siempre me gusta rescatar nuestra parte animal. Los humanos formamos parte del mismo sistema, de la naturaleza, no somos ni más ni menos, somos animales igual y tenemos un montón de afectos en común que se notan mucho en la comunicación no verbal o sensitiva. Compartimos en general los mismos valores, sobre todo el de la solidaridad. A todos nos nace ayudar cuando vemos a otro ser viviente sufriendo. A partir de ahí creo que compartimos la nobleza, la lealtad…
-E: Pero no vivimos en una sociedad en la que reinan estos valores precisamente…
-FN: Es que los miedos o los intereses con los que hemos crecido en esta sociedad tapan esos sentimientos. Yo creo que el hombre es bueno por naturaleza. Desde la ignorancia y los miedos no somos conscientes del daño que podemos causar en otra persona. Además, entendemos que nuestro malestar o bienestar va a depender siempre de terceras personas, ya sea el jefe, la pareja o el presidente del gobierno y creemos que nosotros no tenemos ninguna responsabilidad. Eso no es así. Como hago yo con los caballos, hay que sentir, hay que mirar a quien tienes enfrente de una manera empática, hacer que confíe y una vez que confía, pensando en su bienestar, enseñarle.
-E: Dicen que tienes el gran don de “predicar con el ejemplo de vida”. Que tus conocimientos de los caballos se pueden transportar a todos los aspectos de la vida cotidiana…
-FN: Yo no enseño la verdad, simplemente muestro cómo lo hago y los resultados. También digo que no se quede la gente sólo con lo que digo yo, que no es una técnica para domar caballos sino una filosofía de vida. Se puede aplicar para tratar con caballos o con cualquier ser viviente. Para tener una buena relación armoniosa con cualquier ser viviente primero tenemos que tenerla con nosotros mismos.
-E: ¿Tienes algún ejemplo de lo que me dices?
-FN: Sí, el otro día una señora me contestó mal. Yo me quedé callado y le dije que por qué se trataba así, se quedó sorprendida. Le dije yo no me lo iba a tomar como algo personal, que ella se estaba tratando mal a sí misma. A partir de ahí surgió una conversación muy bonita donde se dio cuenta de que estaba pasando un mal momento y por eso me había contestado así.
-E: Das cursos de entrenamiento emocional tras el éxito obtenido en prisiones con internos de mediana y alta peligrosidad. ¿Cómo fue esta experiencia?
-FN: Increíble. A raíz de esta experiencia, junto a otras personas con las que comparto la misma filosofía de vida, como Juan Ramón Lucas o Pedro García Aguado, estamos creando una granja escuela para niños y animales en Colmenar Viejo. La idea surge después de dar una formación en la prisión de Alcalá Meco. Un día, al acabar una de ellas, se me acercó un interno que había participado, me abrazó muy fuerte y llorando me dijo: “Fernando, si hubiese sabido todo esto hace dos años, hoy no estaría aquí dentro”. Me emocioné muchísimo. Entonces me vino a la cabeza la imagen de unas niñas de Sudamérica, de unos 10 ó 12 años, drogándose con pegamento en la calle. Pensé que tenía que trabajar con niños y jóvenes antes de que lleguen a la cárcel, para que no elijan el camino de la delincuencia.
-E: Eres el Presidente de la Asociación SALVA un Caballo. Háblame de ella…
-FN: Con esta asociación nace la granja escuela. La idea es utilizar los caballos para ella y los burros también. Nació hace 5 años, un amigo se enteró de que una persona se quería deshacer de una yeguada porque no podía alimentarla. Esta persona le compró los caballos, unos 30, y así empezó la Asociación. Como eran animales en buen estado, guapos, de raza, los adoptaron rápidamente. Lamentablemente, algunas personas vienen buscando un caballo barato no por adoptarlo y lo primero que preguntan es que si es de raza o está domado. Hemos tenido casos graves, caballos que hemos recogido abandonados, muy mayores o en muy malas condiciones de desnutrición pero han salido adelante.

«Hay que vivir desde la pausa y las prioridades»
-E: La ansiedad, el estrés, la angustia y la depresión son los principales males del siglo XXI. ¿Qué consejos nos puedes dar para combatirlos?
-No nos damos cuenta en la dinámica en la que estamos inmersos y hay que cortarla. Por ejemplo el whatsApp, no se puede dar por hecho que hay que leer o contestar un mensaje al momento. Buscamos la inmediatez. A mí los que me conocen saben que si quieren contarme algo, me tienen que llamar por teléfono. Esa angustia o estrés a veces lo creamos nosotros mismos, no es una situación la causante, es cómo tú vives esa situación. Tienes que saber que igual que has tenido el poder de crear ese malestar, también tienes el de poder solucionarlo.
-E: A veces es difícil pensar esto, Fernando…
-FN: Hay que mirar las cosas desde otra perspectiva, verás que no tiene ninguna importancia un problema que creías gravísimo. Cuanto antes se acepte la realidad, menos vas a sufrir. Estamos fabricados para vivir deprisa pero hay que vivir de una forma diferente, desde la pausa y las prioridades. Ahora es más importante tener o permanecer que ser y por eso sufrimos. Como dijo Gandhi, “si quieres cambiar el mundo, empieza por ti mismo”. Siempre vamos a estar conectados con dos energías, el miedo y la confianza, hay que apostar por la segunda. Somos responsables de nuestro destino.
-E: Son tan absurdas algunas veces nuestras reacciones en la vida cotidiana…
-FN: Cuando una persona me comenta estoy hundida porque «me van a echar del trabajo» o «mi novio me ha dejado» yo le digo pues puede que eso sea lo mejor que te ha podido pasar. Lo que en principio parece una desgracia puede ser una suerte y viceversa.
-E: “Naces para ser feliz y te mereces lo mejor” es una de tus frases preferidas…
-FN: Tiene que ser una de nuestras premisas fundamentales en la vida. Venimos al mundo para ser felices, para estar bien, y nos merecemos lo mejor. Y a partir de ahí, hay que tener presente la responsabilidad que tenemos sobre lo que nos pasa y sentimos. El dolor es inevitable, el sufrimiento es optativo. El sufrimiento va a depender de cómo vivamos una situación de dolor, desde la abnegación o la aceptación.