La noche del viernes 23 a eso de las 11 comienza en la plaza de la Constitución el concierto estelar de estas fiestas: nada menos que los Secretos, una banda clásica del pop rock español que viene ofreciéndonos pinceladas exquisitas desde los años 80. Liderados por Álvaro Urquijo a la voz y la guitarra y con Ramón Arroyo a la guitarra, ambos componentes de la formación desde sus comienzos, Los Secretos nos ofrecerán durante hora y media una muestra bien escogida de su amplísimo repertorio: «Sobre un vidrio mojado», «Déjame», «Pero a tu lado»…
Canciones que todo el mundo, jóvenes y mayores, parece conocer, pues son temas muy populares que permanecen en la memoria colectiva desde que fueron dados a conocer desde la radio. Yo recuerdo éstas y varias más, si bien no sé el nombre de tales canciones. Pero las canto al igual que los demás: «Agárrate fuerte a mí María», o «Vete ya de mi vida», «¡déjame en paz!», «tus ojos de perdida»…
En realidad, son pocas las canciones que el público no conoce bien: durante sus más de treinta años de actividad, Los Secretos han alcanzado un éxito rotundo en varias ocasiones y un nivel de fama indiscutible, con sus rancheras, sus temas pop rock de la nueva ola, country, un compendio de estilos caracterizado por el buen gusto con que manejan esas luminosas guitarras cuyos acordes te acarician. Eso es lo que más me gusta de ellos, la elegancia inherente a sus composiciones que brilla aún más cuando se deslizan en directo, suaves y tan melódicas, elevándose al aire desde esos instrumentos eléctricos y acústicos que dominan como si fuesen su tercer brazo.
Hemos accedido a la plaza desde el escenario y nos hemos adentrado en busca de una posición cómoda que nos permita percibir la esencia de su música en vivo, pero pronto nos apercibimos de que esta vez no será posible: hay tanta gente que resulta muy complicado situarse en el centro de la plaza, así que nos vamos más atrás y vemos que el llenazo es total: la gente se apiña incluso más allá de la plaza, a la altura de las terrazas consecutivas. Lástima, porque el sonido no llega con tanta claridad hasta allí, hubiese venido bien algo más de potencia sónica. Pero creo que nadie esperaba un llenazo así, aunque tampoco es de extrañar tratándose de Los Secretos, a quienes el público congregado vitorea con pasión y cariño.
Más o menos a mitad del concierto, llega uno de los momentos que yo esperaba: Álvaro, Ramón y compañía interpretan «Ponte en la fila», una versión del tema «Get in Line» del canadiense Ron Sexsmith. La gente no conoce tanto esta canción de su último álbum, pero yo la bailo y la canto sintiéndome feliz, pues soy un fan incondicional de Ron Sexsmith. La última vez que le vi en directo, en el teatro Lara de Madrid, Los Secretos estaban allí, y cuando Ron Sexsmith fue a tocarla, dijo: «de esta canción han hecho una versión Los Secretos, !Es alucinante!» Lo cierto es que éstos, les alabo el gusto, han hecho una versión también preciosa, adaptando la letra respetuosamente y cubriéndola de maravillosas guitarras que brillan con luz propia. ¡Bravo por ellos!
Durante el concierto, las canciones románticas, que hablan de amoríos, desengaños, relaciones apasionadas, sentimientos hondos de esperanza o desamor, nostalgia y melancolía, de esa manera tan elegante y poética, me retrotraen a otros tiempos felices y, en virtud de mi edad, ya remotos, cuando siendo un adolescente vivía en un mundo angelical y platónico de amor y fascinación por las mujeres de mi edad, tiempos inolvidables que no obstante se esfumaron como el vaho, dejando tan sólo el rastro de algún nombre casi imperceptible. Gracias, Los Secretos.
Texto: Manuel Godino
Fotos: Juan Antonio Díaz