El sábado 23 de abril, a las cinco de la tarde, tuvo lugar el Viaje Interplanetario para los niños de los colegios de Villaviciosa en el Centro Cívico de la Plaza de la Constitución. Centradas en las misiones de la ESA (Agencia Espacial Europea), del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC) y con imágenes cedidas para el proyecto educativo de National Geographic, tanto peques como mayores pasamos una hora estupenda viajando desde el espacio a la luna, los planetas del sistema solar y su límite, más allá del cual nos llevarán en una prometedora segunda parte que esperamos con ilusión.
Poco después de la hora anunciada, padres e hijos vamos entrando en la sala, donde nos reciben la Comandante Lili con su mono azul de la ESA y sus tripulantes. Los niños se sientan delante, los papás y mamás nos acomodamos en varias filas tras ellos hasta llenar totalmente el Centro Cívico. Vemos en la pantalla una simulación de la cabina de la nave que nos llevará al espacio. La Comandante Lili nos anima a desentumecer los músculos mediante algunos ejercicios, nos pide que pulsemos el botón de nuestra imaginación, nos concentramos y despegamos con ella hacia la luna.
Vemos la tierra desde el espacio, los coches y banderas que permanecen en nuestro satélite, las huellas de Neil Armstrong y demás pioneros que llegaron allí hace años. Después partimos hacia el sol e inspeccionamos su superficie, sus llamaradas y sus características. Los niños están entusiasmados, totalmente absorbidos por la simpática comandante Lili y las lecciones de Astronomía que nos va ofreciendo. Los padres, entre tanto, recordamos algunos datos y conocimientos que más de uno habíamos olvidado. Debemos tener en cuenta que han pasado muchos años desde que los adultos que estábamos allí estudiamos el sistema solar, y además la ciencia ha evolucionado y descubierto muchos fenómenos nuevos desde entonces.
Durante el viaje interplanetario al espacio, la comandante Lili y sus tripulantes nos van pasando, para que podamos palparlos, fragmentos de hielo de meteoritos y asteroides, piedras y rocas de la luna, marte u otros planetas, piezas de los diferentes satélites y naves que podemos hallar sobre la superficie de los astros o en sus órbitas, como un pequeño artefacto tecnológico fabricado en España que forma parte de un robot más complejo.
Nos reparten unas gafas de visión tridimensional y contemplamos, entre otras cosas, una espectacular nave cuya eslora parece venírsenos encima, resulta totalmente verosímil y parece que podríamos tocarla. A lo largo de esta apasionante hora de viaje interplanetario, vamos viajando a súper velocidad y deteniéndonos en cada planeta: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y el descatalogado Plutón, considerado hoy en día por la ciencia como un planeta enano. Cuerpos astrales gigantescos, rocosos o gaseosos, con anillos, lunas y superficies tormentosas, ventosas, gélidas… Es una experiencia feliz y maravillosa que está haciendo las delicias de los peques y, por qué no admitirlo, de todos los adultos que les hemos acompañado.
A lo largo de esta fantástica hora, los niños se involucran con alegría en esta actividad interactiva: bailan, gritan respondiendo a las preguntas, se divierten al sopesar los objetos de muestra, disfrutan de un entretenimiento ideal, educativo… Creo que hemos pagado cinco euros por las entradas y el precio está más que justificado. Pero llegamos al límite del sistema solar, donde, nos informa la comandante Lili, viajan en estos momentos internándose en lo desconocido las misiones Voyager, que inspeccionarán otros lugares de la galaxia, y debemos regresar a la tierra: viaje a híper velocidad, aterrizaje y ya estamos todos otra vez en Villaviciosa de Odón.
Cada niño recibe un diploma que le acredita como astronauta; mi hijo, que quiere ser científico algún día, se siente feliz y me cuenta su inolvidable experiencia a bordo de la nave. Muchas gracias a la comandante Lili y a todo su equipo, esperamos verles pronto y disfrutar de esa segunda parte, el viaje más allá del Sistema Solar, que nos han prometido. Nos dispersamos y regresamos a casa saboreando el recuerdo de este viaje interplanetario que nos permite recorrer el espacio, nos instruye práctica y visualmente y nos muestra la actualidad de la Astronomía.
Texto: Manuel Godino