La noche del 23 de septiembre acudimos nuevamente a la Plaza de la Constitución a presenciar la actuación de Óscar Recio, un joven cantante que, como él mismo nos cuenta, ha participado en el programa de Tele 5 de María Teresa Campos. Óscar interpreta esta noche boleros y otros temas en homenaje al mexicano Luis Miguel, demostrándonos que su voz, privilegio personal, es digna de compararse a la celebérrima estrella.
En esta ocasión el público, jovial y entregado al intérprete con sus vítores y ovaciones, está mayoritariamente sentado y llena buena parte de la plaza. Nos sentamos algo atrás pero la música se escucha sin problemas y, sobre todo, la penetrante voz de Óscar nos acaricia como si estuviera a nuestro lado. No soy un experto ni mucho menos en esta clase de música popular, pero voy a tratar de contaros mi experiencia y mis sensaciones de anoche.
Como aficionado a la música en directo, no me convence la grabación que envuelve la voz de nuestro artista invitado. Él se afana en regalarnos las notas que brotan de su garganta con pasión y claridad, y desde luego consigue emocionar a los asistentes, pero esa grabación queda en segundo plano, en mi opinión algo sosa, y carece de la gracia y la frescura de la música interpretada en directo.
Pero Óscar puede con todo: elegante y bien parecido, va interpretando temas románticos entre los que distingo una vieja y bonita canción cuyo título no consigo recordar. La canta, eso sí, en castellano, tal como lo hizo Luis Miguel en su día. Óscar sabe moverse en el escenario como si tuviese muchísima experiencia y encandila a las fans más jóvenes con sus suaves movimientos, demostrándonos todo su talento. Es un artista competente y prometedor cuya principal virtud es su mayor don: la voz.
Según nos cuenta Óscar, Luis Miguel también cantó los temas de Nino Bravo Libre y Noelia que ahora nos regala. Y luego se retira a cambiarse, momento en que aparecen en el escenario cinco vistosos mariachis. La presencia de estos diestros músicos mexicanos da más colorido y autenticidad al show, pues ahora sí que se trata de música en directo: cuerdas y vientos que envuelven los movimientos de dos bailarinas vestidas de blanco. Regresa Óscar elegantemente vestido con su sombrero mexicano y prosigue su bonito recital.
Puedo reconocer el tema «Si nos dejan» entre las piezas que interpreta, consiguiendo arrancar encendidas ovaciones de un público animoso. En mi modesta opinión, todo está bastante bien y resulta, como espectáculo, atractivo e interesante: un protagonista joven y decidido con unas cuerdas vocales privilegiadas, una banda de mariachis que nos ofrece la belleza de las notas que brotan de sus guitarras, violines y trompetas, unos temas populares que, aunque yo desconozco en buena parte, hacen las delicias del respetable.
Veo bailar cerca de mí a algunas jóvenes entusiasmadas con la actuación de Óscar. Una noche muy agradable en la que hemos podido disfrutar del talento de un prometedor artista a quien deseamos mucha suerte y éxitos en su carrera.