sábado, septiembre 23, 2023

Santiago Abascal: «Hay mucha gente más de derechas que VOX y que va a votar a Ciudadanos»

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Villaviciosa de Odón fue el pueblo de España donde VOX obtuvo mayor representación en las pasadas elecciones municipales, aglutinando tres de los 22 ediles que la formación tiene repartido a nivel nacional. «Vengo para arropar a mis concejales. Nuestro deber es apoyar por los compañeros que dan la cara por el proyecto de VOX», explica a envillaviciosadeodon.es Santiago Abascal, su presidente y candidato al Congreso, que este jueves estuvo en nuestra localidad asistiendo al pleno municipal.

Pregunta: ¿Qué tal ha sido la acogida? ¿Cómo califica el trabajo que están haciendo sus concejales en Villaviciosa?

Respuesta: Buena. Nosotros tenemos plena confianza en nuestros compañeros, teniendo una interlocución estable y estamos relativamente al tanto de las iniciativas municipales. Pero fundamentalmente confiamos en lo que ellos hagan: nosotros tenemos un proyecto claro pero a nivel municipal son ellos los que tienen los criterios para decidir lo que más le afecta a los vecinos.

El VOX de Villaviciosa fue creado a un mes de elecciones y bajo unas circunstancias «especiales»: un partido de derechas para votantes descontentos con la gestión y formas del actual alcalde, José Jover. Además, está siendo frecuente en Villaviciosa ver a VOX votar en muchas ocasiones en el mismo sentido que IU o Se Puede, la marca local de Podemos ¿Es este VOX de «Villa» un VOX atípico?

No, yo creo que no. En realidad VOX no es una escisión del PP, y tampoco en Villaviciosa, aunque pueda estar encabezado por gente que han estado relacionadas con el Partido Popular. En VOX hay personas a nivel nacional que vienen del PP, como es mi caso, gente que viene de la abstención como Enrique Cabanas, vicesecretario de Presidencia (nota de redacción: Cabanas, ligado a Villaviciosa, también estuvo presente en el pleno. Al comienzo del mismo el alcalde, José Jover, dedicó un saludo a ambos dirigentes de VOX y les agradeció su presencia). Es verdad que VOX es un movimiento dentro de la derecha española y nosotros creemos que hay una gran crisis en el electorado de la derecha en España, que se siente políticamente huérfano. Entendemos que en las mociones pueda haber coincidencia con otros grupos. Otra cosa sería coincidir en el terreno programático, ideológico.

El domingo VOX empieza la precampaña electoral en Covadonga como símbolo «de la reconquista de la regeneración de España y sus valores». ¿Cuál es esa España y esos valores a reconquistar?

Nosotros pensamos que nos ha tocado vivir una época muy difícil. Covadonga es un símbolo para muchos españoles y con esta elección hemos querido mandar un mensaje de perseverencia y constancia. Somos conscientes de que estamos llamados a hacer un trabajo en la política española que va a durar mucho tiempo. No veremos rápidamente los logros de la siembra que ahora estamos haciendo. También eligiendo Covadonga tratamos de dar respuesta a dos amenazas muy graves que hoy hay para España, para su unidad y su identidad. Para su unidad en Cataluña, donde se ha producido un Golpe de Estado separatista que no ha recibido la reacción adecuada y para su identidad, y la de toda Europa, por lo que estamos viviendo en estos momentos. Hay grupos de población que han constituido guetos dentro de Europa, algunos de ellos son europeos de segunda y tercera generación pero que rechazan los valores que han levantado nuestra sociedad. Y que están rechazando nuestra identidad, que no es solo una cruz, un icono o unas banderas, que también pueden serlo, sino que está dotada de valores como la libertad. Hoy la gran pelea, la gran guerra que afrontamos en el próximo siglo es la de libertad contra sumisión y nuestra identidad también es la igualdad entre el hombre y la mujer o la separación entre Iglesia y Estado.

«Es la guerra y el tiempo se agota» es el título de un artículo que hemos podido leerle tras los atentados de París ¿Se muestra a favor de una intervención armada?

Soy partidario de una intervención militar pero no cómo se está haciendo hasta ahora. No una intervención que dé únicamente respuesta al ataque a Occidente en su propio corazón. 44 horas después de los atentados de París eran bombardeados un arsenal, un centro de reclutamiento y un puesto de mando del Califato Islámico en lo que esa mafia llama su capital sino que creemos que debe haber una intervención sostenida por vía aérea, terrestre y por todos los medios posibles. No nos corresponde a los políticos decir si esa intervención tiene que ser a través de fuerzas terrestres o mandos especiales pero estamos absolutamente convencidos de que esa batalla hay que darla. Yo hace un año estuve en Irak y sentí vergüenza como español. Allí a mí los kurdos me dijeron que no les gusta la España que les abandonó en 2004. Literalmente me dijeron: «Nosotros ponemos las armas, ustedes pongan las armas». Había una petición de ayuda y una alerta: «Si no nos ayudáis a combatir al mal en nuestra tierra, pronto el mal estará en vuestras casas». Eso es de alguna manera lo que está pasando.

También tenemos que hacer un replanteamiento de quienes son nuestros aliados. Arabia Saudí no puede ser un aliado de Occidente, en la medida que está invirtiendo en el asentamiento del fundamentalismo islámico en Europa apoyando las mezquitas del radicalismo. Y por supuesto un país como Turquía, que derriba un avión ruso, un país miembro de la OTAN que está luchando contra el Estado Islámico, que aprovecha esa lucha contra el Estado Islámico para bombardear a los kurdos o que directamente compra crudo al Estado Islámico. No puede ser nuestro socio ni entrar ahora mismo en la Unión Europea.

En ese mismo artículo señala que «la inmigración islámica debe parar».

Nosotros queremos abrir una reflexión sobre la posibilidad de integración de poblaciones que combaten nuestro modo de vida. Cuando hablamos del fracaso del multiculturalismo no nos referimos a la inmigración de Hispanoamérica o de países del Este, con quienes compartimos un modo esencial de enfrentarnos a la vida, y en algunos casos la religión o la lengua, sino que creemos que no puede asumirse la integración de más musulmanes cuando se ha demostrado que muchos de ellos constituyen guetos en ciudades de Europa…

¿Y si vienen con un puesto de trabajo?

Yo creo que no es un problema de puestos de trabajo. Al contrario de lo que piensan algunas personas, no es la pobreza la que provoca el terrorismo, sino el fundamentalismo, las ideas. Evidentemente, en términos generales, pienso que en la inmigración debe producirse en función de las necesidades de la economía nacional y más en un país donde mucha gente lo está pasando mal como es España. No hay problemas con los chinos, con los subsaharianos, sino que hay gravísimos problemas de integración con el mundo musulmán porque no han aceptado algo que es básico en nuestra sociedad: la separación entre la religión y el Estado. Ésa es la alerta que nosotros hacemos. No es una rebeldía del mundo musulmán que sea irrelevante, sino que afecta a muchísimas cosas: hay barrios enteros de Europa donde hay policía islámica, totalmente irregular, vigilando el cumplimiento de la ley islámica. Es decir, no renuncian a la implantación de la ley islámica y a la sustitución del Estado en partes territoriales del mismo. Y eso a nosotros nos preocupa tremendamente.

Volviendo a la precampaña que se inicia, imagino que parte del electorado que buscan atraer es ese electorado de derechas «huérfano» que usted decía antes y que ahora mismo seguramente tenga en mente votar al PP (o a Ciudadanos) ¿Qué mensaje se lanza desde VOX para atraerle?

Precisamente ahora acabo de colgar un tuit que es «Aviso a navegantes desorientados» con un mensaje de Albert Rivera que decía: «Soy un dirigente de centro-izquierda». Hay mucha gente que es más de derechas que VOX y que va a votar a Ciudadanos. Hay mucha gente que piensa como nosotros y que va a votar al PP por esa idea equivocada del voto útil. Me encuentro todos los días a muchísimas personas que me muestran su simpatía y que no se atreven a votarnos. Y ése es por ahora el problema de VOX. Me atrevo a decir que hay millones de personas que piensan como nosotros pero no se atreven a votarnos y Rajoy está apoyado por millones de personas que le tienen gran antipatía pero no aún no se atreven a dejar de votarle. Pero es cuestión de que las aguas vayan a su cauce y VOX tenga representación. Lo difícil será el primer diputado. A partir de ahí todo será mucho más fácil.

¿Les va a dar tiempo de cara a estas elecciones del 20 de diciembre?

En ello estamos. Lo cierto es que de las cosas que nosotros llevamos hablando muchísimo tiempo como la amenaza del fundamentalismo islámico, el problema para la unidad de España en Cataluña y la respuesta que hay que dar o el fracaso del estado de las autonomías y el expolio de las clases medias a través de los impuestos, están en el tapete más de lo que lo habían estado nunca. Confiamos en que, si nos hacemos oír, mucha gente va a poder respaldarnos y facilitar que entremos en el Parlamento.

¿Con un escaño se darían por satisfechos?

Sería la diferencia entre la existencia y la inexistencia. Nosotros aspiramos a 200 diputados y yo a la presidencia de Gobierno pero sabemos que ni una cosa ni otra se producirán en esta legislatura. Somos conscientes de lo que aspiramos en este momento es a entrar en el Congreso y no tanto a tener un escaño o un puñado de escaños, sino a ir a la tribuna de oradores del Congreso. Estamos convencidos de que cuando hagamos eso mucha gente no va a pensar que esa opción es inútil y se va a dar cuenta de que en la tribuna va a haber alguien que diga lo que los españoles se escriben por What’sapp.

Entrevista realizada por Álvaro Díaz

Foto: Santiago Abascal posa para envillaviciosadeodon.es en la puerta del Ayuntamiento de Villaviciosa

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