Este jueves tuvo lugar la presentación de ‘El sonido de esa época’, debut de Enrique Godino con su nueva banda ‘Godino’, en la sala Fan House de Madrid. Enrique, a quien entrevistamos hace unos meses, comenzó su carrera musical integrado en bandas independientes gestadas en Villaviciosa como ‘Los Royalties’ o ‘Jonson and Jonson’. También formó parte de ‘Detergente’ y después fundó ‘Cohete’, con quienes lanzaría al mercado dos magníficos álbumes de estudio ampliamente alabados por la prensa especializada. Tras la disolución de ‘Cohete’, Enrique reclutó a su hermano Jaime Godino, quien fuera guitarrista, cantante y bajista de la renombrada banda indie ‘Patrullero Mancuso’ y también tocó el bajo en ‘La tostada’, con el villaodonense Fernando Lorenzo como teclista y Oki Von Stoki como batería de Godino.
Su flamante nuevo álbum, ‘El sonido de esa época’, ha sido fabricado únicamente en vinilo y también está disponible en versión digital. Consta de diez estupendas canciones compuestas por Enrique y cuenta con una bonita portada en la que aparecen los cuatro miembros de la formación dibujados por su amigo David Sánchez, experto autor de diversos cómics. Después de sus orígenes cercanos al rock más visceral en ‘Jonson and Jonson’, donde coincidió con el villaodonense Johnston-Pila, Enrique evolucionó hacia el pop en ‘Cohete’ y sigue evolucionando hoy en día en esa dirección, ofreciéndonos melodías, voces, ritmos y armonías que resultan de un conglomerado de influencias de todas las épocas posteriores a los 50, pero su música, El sonido de esa época cabría decir que pertenece al presente y, por qué no, a un futuro muy prometedor. Se advierten en sus pegadizas canciones, algunas suaves como cosquillas, otras vibrantes e intensas, influencias de ‘Los Beatles’, los ‘Byrds’ y ‘Love’, ‘Monochrome Set’, ‘Elliott Smith’, por citar sólo una parte de una lista que sería mucho más larga.
A la hora de componer sus temas, Enrique sabe cocinar en su punto todos esos ingredientes de su sapiencia pop para ofrecernos valiosas creaciones con su sello personal, carácter propio y calidad. Sumamente originales y cantadas en español, representan una vanguardia estética que, aunque precaria y limitada de recursos, resulta de una elegancia y una vitalidad dignas de reconocimiento y mayor difusión.
Llegamos a las inmediaciones de la sala poco antes de las diez de la noche, aparcamos y, antes del concierto, nos tomamos unas cervezas y unas coca colas con algunos viejos amigos de Villaviciosa a quienes no veíamos desde hace bastantes años: es una ocasión ideal para reunirnos y rememorar batallitas, tiempos felices que ahora se reproducen y nos colman de alegre optimismo. Ya en la sala, saludamos a familiares de Enrique y Jaime, amigos de Villa y de Madrid, conocidos con quienes hemos coincidido a lo largo de los años en conciertos como éste y, en suma, un público heterogéneo de todas las edades que refleja a la perfección el eclecticismo de Godino, capaces de convocar simpatías de todo género y provocar adhesiones pasionales. El Fun House se llena. Advertimos la presencia de aficionados madrileños que siguen a Enrique desde su militancia en ‘Cohete’ y nos disponemos a disfrutar del show.
Para empezar, una sorpresa: además de los cuatro miembros fijos de la banda, aparece en el escenario el argentino Ramiro Cortillas, ex bajista de ‘Cohete’, con una preciosa Fender blanquiverde. Esta incorporación de última hora resulta ser todo un acierto, pues el sonido gana en consistencia, solidez y, también, diversidad; algunos punteos y juegos de cuerdas entre la guitarra de Enrique y la de Ramiro, apoyados en los atinados teclados de Fernando, la envolvente solvencia de Jaime al bajo y la contundencia rítmica de Oki a la batería, me traen reminiscencias del mejor pop histórico, ése que permanece en la memoria colectiva desde los años 60.
Una a una, van interpretando las diez canciones del disco en su mismo orden: Tres cafés, Aquel Rapapá -de la cual procede el título del álbum-, La vida en el campo, Escalofrío, Fiesta de niños, Una historia corta, S. Seacabó, A contramarcha, Cuenta hasta diez y Nos Vamos, con la que cierran el concierto sin añadir el consabido y predecible bis de casi todas las ocasiones. Entre ellas, intercalan dos temas nuevos: Cinco en un Twingo y Si el tiempo se para, sugerentes, bellas piezas de pop elaborado con maestría que nos convencen a la primera escucha y nos permiten ratificar el talento de Enrique, que sigue en plena forma y está en el camino de componer otro magnífico disco. Ha sido una gozosa experiencia, hemos disfrutado como niños en una fiesta y esperamos reunirnos pronto para volver a saborear este espléndido repertorio.
Se rumorea, por otra parte, que hay posibilidades de que ‘Godino’ actúen en Villaviciosa de Odón, algo que considero tan merecido como imprescindible, teniendo en cuenta su origen y arraigo; nuestro pueblo ha sido cuna de un puñado de bandas pop y rock que crearon escuela y, con su propio estilo, difundieron el nombre de nuestra localidad en los mentideros independientes desde los años 80, así que nada mejor que honrarlo y reconocerlo contribuyendo a la vivencia de la cultura local.
Cartel: Facebook Fun House Madrid