viernes, septiembre 22, 2023

Villaodonenses que escriben de San Sebastián: «Carta de familia»

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Algunos de vosotros, probablemente, ya lo hayáis leído en el programa de San Sebastián de este año. Nuestra vecina Susana Álvarez, integrante de uno de los talleres municipales de creatividad literaria, ha escrito este relato dedicado a la fiesta que hoy celebramos. Desde el extranjero, y a modo de ficción, la villaodonense escribe esta «Carta de familia».

Londres, 20 de enero de 2017

Hoy, al levantarme, me he sentido extraño. Quizás la lluvia que nos acompaña toda la semana me ha traspasado la piel y se ha convertido en una rara sensación que no puedo identificar. Me han retrasado el horario de entrada al trabajo, por eso me he sentado a escribir unas líneas que me gustaría que os llegaran a todos.

He querido vestirme más elegante que otros días; rebuscando en la maleta he encontrado la corbata de los grandes eventos, esa que guardé “por si acaso”. Junto a ella estaba la medalla de nuestro santo, la que me regaló el bisabuelo cuando nací. No he podido evitarlo, con su cordón de seda entrelazado entre mis dedos, cuidadosamente me la he puesto debajo de mi ropa, así me sentiré más cerca de vosotros.

Un extraño nudo de asfixia me apodera el estómago, me sube hasta la garganta. Necesito aire fresco… Aquí los inviernos son más suaves, aunque la lluvia no da tregua. Paseo solo por estas calles tan impersonales, llenas de bullicio, de gente que no mira a los ojos y la nostalgia me invade. En un gran reloj veo la hora; seguro que el abuelo estará preparado para acompañar a nuestro santo asaetado en su procesionar. A él le gusta llegar a la iglesia y pujar por las andas.

Busco un banco en un parque, no quiero deambular más, prefiero recrearme en recuerdos que no puedo compartir con nadie, solo con vosotros, es el primer año que no estoy allí, ¡y os echo tanto de menos! Cierro los ojos y puedo oler los preparativos de la comida. Mamá y la abuela se pelean en la cocina, todos sabemos que la sangre no llegará al río. Papá las deja, ¡todos los años es igual! ¡Mejor se entiendan solas! Se acerca a la plaza, un caldo caliente y la cantinela de las pujas le devuelven la tranquilidad.

En el parque hace frío, un frescor húmedo se me mete en los huesos. Contemplo niños jugando, gente haciendo deporte y como si el destino me hiciera un guiño, una banda de músicos callejeros toca a mi lado. Sus acordes son procesados por mi cabeza ubicada en otro lugar, la plaza de mi querida Villa… “Ursula qué estás haciendo, tanto tiempo en la cocina…”

Después de tantos años viviendo “veintes de enero”, ahora qué no estoy con vosotros, sé lo que es añorar, la nostalgia, el sentir. Ahora comprendo lo que tantas veces me explicaron el bisabuelo, el abuelo. La lluvia aprieta. Miró el reloj, se hace tarde. Tengo que ir al trabajo, pero en mi cerebro siguen sonando esas notas machaconas. “…Es que me ha salido un novio que le gustan las sardinas”

Os echo de menos.
¡Viva San Sebastián!

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